lunes, 10 de enero de 2011

¿COMO INSTALAR UN ALMACIGO?

Muchas de las variedades comunes de las hortalizas caseras, conviene sembrarlas en almácigos. Estos son algo parecido a las cunas para nuestras plantas, donde van a germinar las semillas en un ambiente protegido dentro nuestro  huerto escolar.
Un almácigo permite reproducir plantas a partir de sus semillas en aquellos casos en que la siembra directamente sobre el terreno puede presentar dificultades. Además, permite mantener bajo control las condiciones de germinación de la semilla y el posterior desarrollo de la planta hasta el momento del trasplante.
Es muy importante la calidad de las semillas que utilicemos. Muchos fracasos son debidos al uso de semillas cuyo periodo de germinación ha terminado o han sido conservadas en malas condiciones.
Puede hacerse sobre el suelo, pero es mejor utilizar un recipiente transportable que puede ser cualquier caja o recipiente impermeable como botes, recipientes de yogurt, botellas, etc.,  y que tenga una profundidad mínima de unos 15 cm. y un tamaño adecuado a la cantidad de semillas que deseemos sembrar. Cualquiera que sea la elección, debe permitir ser tapado facilmente con una lámina de vidrio o plástico, para que no pueda recibir la luz directa del sol y estar protegido de la acción de insectos, moluscos y pájaros.
Como recipiente también pueden utilizarse bandejas de cultivo multilóculo en cantidad y tamaño adecuado al de las semillas que deseamos plantar. Este método es muy ventajoso y las bandejas se pueden reutilizar varias veces.
1. Se hace algunos agujeros en el fondo del recipiente para asegurar el drenaje necesario.
2. Preparar la mezcla de los almácigos: un tercio tierra negra, un tercio de arena o arenilla de tezontle (fino) y un tercio de composta o abono de animal- todo esto hay que "colarlo" a través de una tela de alambre de 1 pulgada para no dejar terrones grandes.
3. Extender en el fondo del recipiente lo que no pasó por el cernidor para propiciar un mejor drenaje.
4. Hacer una capa de 10 a 12 cm con la mezcla cernida encima de la primera capa, si nuestro almácigo está sobre el suelo, hay que aflojarlo unos 20 cm y colocar esta cantidad de mezcla por encima de la tierra aflojada.
5. Cuando está preparado el almácigo se hacen con los dedos unos pequeños surcos sobre la superficie de la tierra, en una distancia de 8 a 10 cm entre sí y de 0.5 a 1 cm de hondo.
6. Se siembra el almácigo con las semillas deseadas, a una profundidad igual a dos veces el grueso de la semilla. Por lo regular las semillas pequeñas como col, lechuga, apio, se siembran a una distancia de 0.5 cm; las más grandes a 1 cm. En tiempo de sequia se siembra al doble de profundidad.
Un espacio de dedo entre cada semilla es adecuado para casi todas las verduras que se siembran en almácigo- la lechuga debe de sembrarse mas cerca. Después se cubre la semilla con la misma mezcla fina de almácigo, con cuidado para no echar bolitas y piedras más grandes que la semilla. Con la mano se aprieta un poco la tierra, para que no se deslave la semilla y germine más rápido.
8. Si el almácigo está en un bote, una caja o una cubeta, puede ponerse en una carretilla o una tina grande y llenarla con agua hasta el nivel del piso del almácigo. Asi se humedece bién nuestra tierra y no se deslava la semilla. Cuando la superficie de la tierra se saca del agua y se coloca en la sombra hasta que nazca la primera plantita.
9. Cuando comienzan a nacer las plantitas, las colocamos al sol unas 4 horas diarias, después de una semana las ponemos al sol todo el día.
Durante todo el tiempo hay que mantener los almácigos bién regados. Nunca deben secarse: Para regar podemos utilizar una regadera común, un bote que tenga agujeros, aunque lo mejor es un pulverizador. Sea cual sea la opción elegida, hay que tener en cuenta que siempre hay que hacerlo con mucho cuidado para que no caigan chorros que puedan deslavar la tierra y descubrir la semilla.

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